25 Ene LA DIABETES Y LOS NIÑOS: PREVENCIÓN Y CUIDADOS
Aunque todavía no se sepa con certeza las causas principales de este fenómeno, en los últimos años se ha detectado un aumento del número de diagnósticos de diabetes entre niños y jóvenes adolescentes a nivel mundial. Se cree que los hábitos de vida sedentarios unidos a una alimentación poco adecuada son algunos de los factores involucrados en esta situación que tiene en alerta a la comunidad médica internacional.
Llamamos diabetes a un conjunto de trastornos del metabolismo que se manifiestan con elevadas concentraciones de glucosa en sangre debido a una deficiencia en la producción o asimilación de la hormona insulina. La comunidad científica ha clasificado la diabetes en tres tipos: la diabetes tipo 1 conlleva una deficiencia total de insulina y hace que el paciente sea dependiente de la ingesta de la misma para mantener sus niveles de azúcar en sangre. Aún no existe forma de prevenir este tipo de diabetes y los médicos todavía no pueden determinar quién padecerá esta patología y quién no.
La diabetes tipo 2 también llamada “no insulinodependiente” se produce como resultado de un progresivo defecto en la secreción de insulina o de la resistencia periférica a la misma. La diabetes de tipo 2, en algunos casos, puede prevenirse. En este caso el páncreas produce insulina, pero el organismo no responde de la forma que debería hacerlo. El tercer tipo de diabetes es la llamada diabetes gestacional, que se diagnostica durante el embarazo y suele remitir tras el nacimiento del bebé.
Se considera que en el mundo hay 387 millones de personas con diabetes, y que el número ascenderá en a 592 en 2035. En España son 5, 3 millones de personas diagnosticadas y se cree que al menos dos millones de personas viven con esta condición de salud crónica y no lo saben.
Aunque se cree que también pueden intervenir factores genéticos (si uno de los progenitores padece esta patología), existe un sentimiento generalizado de que el aumento mundial de la obesidad y de la inactividad física en la infancia está desempeñando un papel decisivo en el aumento del número de diagnósticos. Alimentarse de modo sano y adoptar unos hábitos de vida saludables constituyen una fuerte defensa frente a la enfermedad. Pero lo importante de cara a la prevención, sobre todo cuando hablamos de los pequeños de la casa es conocer y detectar los principales síntomas y saber cuales son los signos que deben alarmarnos.
Uno de los síntomas será un aumento en la cantidad de orina. Los niños necesitarán hacer pis más veces, o incluso volverán a hacerse pis en la cama a pesar de haber superado ya la etapa de incontinencia. Además, se notará que el niño tiene más sed. Debilidad, cansancio y pérdida de peso son otros síntomas a vigilar y que deberemos controlar con el pediatra.
Educar en la diabetes, primero la prevención
Para poder evitar la aparición de una diabetes tipo 2 en niños y jóvenes, es fundamental que se tomen al menos tres medidas importantes: elección de alimentos saludables, con bajo contenido en grasa y gran cantidad de nutrientes como son los cereales frutas y verduras, leche, yogur, carnes y otras fuentes de proteína. Hay que inculcar una buena educación alimentaria para que el niño adquiera buenos hábitos. Además, habrá que controlar y restringir el consumo de comida rápida y refrescos o zumos azucarados y hay que mantenerse activo. Y por último, moverse y hacer ejercicio ayuda a controlar el peso, otro de los factores considerados de riesgo por los médicos.
Una vez diagnosticada la patología, es fundamental educar al niño en la importancia de ceñirse al tratamiento terapéutico e ir dándole poco a poco responsabilidades en el control de la salud para asegurar en el futuro la adhesión al tratamiento y una óptima calidad de vida.
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