Estudiando las diferentes formas en que las personas afrontan una cronicidad, en vively identificamos 5 perfiles diferentes (en realidad 4+1). Éstos dependen del conocimiento que tiene la persona sobre su salud, y de su involucración en gestionarla. 4+1 animales… es sólo un símil ; )
La persona-avestruz no acepta la enfermedad, que ve como una intromisión en su vida, cambios que no quiere. Así que decide cuestionar el diagnóstico o simplemente negarla.
Se niegan a aceptar su enfermedad, con lo que es difícil de gestionar. Los eventos agudos son ocasiones para intentar generar cierta conciencia en la persona, es imprescindible hablarlo con el médico o equipo y consensuar las decisiones y pasos a tomar.
La persona gato no niega su condición crónica de salud, pero toma una actitud todo lo pasiva que le sea posible: mientras no haya complicaciones, procura vivir al margen de su salud. Aplica a rajatabla la ley del mínimo esfuerzo (o de ninguno), y la responsabilidad última de su salud es del médico.
Generar conciencia y comprensión de la enfermedad en «momentos de verdad»: un nuevo diagnóstico, una visita, un evento, fases tempranas de diagnóstico, una complicación, una noticia o información que le hace tomar mayor conciencia. Hay que hablar y coordinarse con el equipo de salud.
El puerco espín -antes le llamábamos el armadillo, por si te gusta más- es un gestor pasivo que procura cumplir a su manera con lo que le toca, con algunas excepciones, no se implica en su salud, no quiere conocer más para no ser consciente. Busca una vida confortable cumpliendo reactivamente con sus obligaciones. El médico es el último responsable de su salud.
Al puerco espín le va la facilidad: lo que no requiera esfuerzo, puede ser bien asumido por él. Por otro lado, con un esfuerzo mínimo (o asumible) hacer evidentes los progresos y mejorías puede ayudar a que fijemos ese comportamiento como un hábito.
El zorro es un gestor activo de su salud. Sin seguir todas las pautas al pie de la letra, mantiene un equilibrio entre las limitaciones que se derivan de su condición de salud y su calidad de vida. Con ayuda de su médico aprende a gestionarse. La familia y entorno son una ayuda importante para el.
Por muy activo que sea, el zorro no deja de necesitar la ayuda de familia y amigos en gestionar su condición de salud, sobre todo facilitándoles labores, hábitos y acompañándole en la gestión de su equilibrio.
El delfín es un verdadero pro-proactivo en la gestión de su salud. Él es el máximo responsable de su salud, y se coordina con su equipo de salud para maximizar su calidad de vida. El delfín puede llegar a ser referencia para otros.
Avisar al delfín para ayudar a otras personas, a entender que sí pueden gestionar su salud activamente y así ganar una mayor calidad de vida!
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